Salamanca, personalidad y modernidad en un solo lugar
|Ciudad y pueblo son dos palabras que parecen ser la suma que da como resultado a Salamanca, una urbe cosmopolita que irradia vida y modernidad con su carácter de ciudad universitaria y que combina perfectamente con el valioso pasado que se respira por sus calles.
Salamanca es un lugar donde mezclarse y contagiarse del ambiente, donde dejarse llevar por sus concurridas zonas peatonales y detenerse en cada uno de los magníficos edificios que te demostrarán su rico pasado histórico. Con su Plaza Mayor como epicentro de la vida que a diario se respira en la ciudad, quizás sea decidir hacia dónde ir tu mayor dilema, ya que te costará elegir un punto u otro, por lo que tómate al menos 3 días para descubrirla. Así, no tendrás ningún inconveniente para ir de uno a otro de sus preciosos rincones sin apreturas de tiempo.
Bien es sabido que Salamanca es conocida por la importante Universidad que ha hecho de ella el destino que estudiantes de todo el mundo eligen, un espíritu del que podrás sentirte parte al visitarla. En ella no podrás dejar de adentrarte en sus salas más antiguas, como la famosa Sala Fray Luis de León paseando por su claustro, aunque si quieres cumplir con las tradiciones más típicas de todo aquel que pasa por la ciudad, buscar la pequeña rana que se esconde en su fachada será una tarea obligatoria. Como pista, ten en cuenta que se posa sobre una calavera. Inevitablemente, al pasar por allí, prácticamente tropezarás con la Casa de las Conchas, que por su llamativa fachada seguro que la reconoces de inmediato. Sus catedrales, sí, efectivamente en plural, ya que son dos las que reinan en la ciudad, la Catedral Vieja y la Catedral Nueva, son igualmente puntos a anotar y no olvidar visitar.
Aunque qué sería de Salamanca sin sus espacios verdes, todos especialmente indicados para que pasees con tranquilidad y recrees esas imágenes que la literatura te trae a la mente. Por ejemplo, si te diriges al Huerto de Calixto y Melibea, seguro que recuerdas escenas de la tragicomedia de Fernando de Rojas, o si tus pasos te llevan hasta el Puente Romano, por aquel que el Lazarillo de Tormes hizo un hueco en la historia de la literatura universal.
Además de historia y cultura en el sentido más estricto de la palabra, no podrás marcharte de esta hermosa ciudad sin probar los deliciosos platos que la caracterizan, como su sabroso Hornazo y su Farinato, dos auténticos emblemas salmantinos que te acercarán aún más a sus gentes.
Por tanto, sea cual sea tu perfil, más acorde con la cultura, con la historia o con el ambiente más animado de las ciudades, Salamanca responderá al tuyo, por lo que la visites cuando la visites te mostrará sus encantos y te hará descubrir un lugar que merecidamente destaca en el país por sus numerosos atractivos.
Fotografía © Pedro