Las mejores playas de la costa mediterránea
|Uno de los artículos que forman el blog de Francesc Robert R. nos habla de los lugares más mágicos para relajarnos, siendo la mayoría de ellos a orillas del Mediterráneo. Como homenaje a este privilegiado paisaje que tenemos el placer de poder disfrutar tan cerca, a continuación os descubrimos los parajes más asombrosos y bellos en forma de playas a la orilla del Mediterráneo
Imagen: francescrobertribes.com
Los mejores rincones de la costa Mediterránea
Cala Aiguablava
A los pies del encantador pueblo-atalaya de Begur, bajando unos senderos naturales que son todo un desafío para los más deportistas, encontramos unas calas que premian tanto esfuerzo: desde Aiguablava, que haciendo honor a su nombre recoge todo tipo de tonalidades de azul, hasta L’Illa Roja nos esperan unos auténticos tesoros para la vista y para el disfrute en general de todos los sentidos.
Para redondear el plan, a unos pocos kilómetros hacia el interior nos encontramos con Pals y Palafrugell, dos de los pueblos medievales con más encanto del país.
Calella de Palafrugell
Desde los animados jardines de Cap Roig hasta el Faro de San Sebastián encontramos todo un sendero en el que descubrir desde bosques mediterráneos hasta el que será el culmen de tan bello paseo: el pueblo pesquero de Calella de Palafrugell, que no es más que el barrio marinero del municipio homónimo que elegantemente se asoma al mar.
Sant Pol de Mar
Y de un barrio marinero a un pueblo también con enorme sabor a sal, y donde las playas pese a ser urbanas, parecen un oasis que nos acerca el mediterráneo más auténtico a una ciudad, Barcelona, que de ello presume mucho y a la que dista apenas 40 minutos.
Sitges
El Mediterráneo luce mejor que nunca en playas desiertas y en páramos naturales sin urbanizar, pero no le podemos negar llegados a Sitges que al mar de mares no le sienta nada mal la iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, ni la ermita de San Sebastián, amén de un casco urbano amurallado y una actividad cultural que no para los 365 días del año.
Delta del Ebro
Y de un frontal marítimo altamente poblado a una zona privilegiada donde la naturaleza lo desborda y conquista todo. El tramo final de nuestro río más caudaloso nos regala paisajes de marisma, pero también de kilométricas playas sólo conquistadas por los surfistas que se agolpan para aprovechar los apacibles vientos que aquí se reúnen.
Una gastronomía de excepción, donde el arroz es auténtico protagonista y ciudades como las cercanas Amposta y Tortosa terminan por completar un plan imprescindible.
L’Albufera de València
De un hermoso arrozal al que probablemente sea el más afamado del país: la Albufera de Valencia. Un paraje que no sólo ha sido protagonista de las historias de Blasco Ibañez, sino también de las vidas de todos aquellos que viven y han vivido de un regalo de la naturaleza que también lo es para nuestros sentidos.
Tradición, gastronomía y naturaleza en estado puro a unos minutos de la capital más dinámica y que mejor se ha abierto a los nuevos tiempos sin perder su pasado, de los últimos tiempos.
La Manga del Mar Menor
El Mar Menor es un espacio único: si el Mediterráneo de por sí transmite calma, esta extensión tierra adentro como si se tratara de un enorme lago crea un ecosistema y una variedad paisajística única.
Por otra parte el entorno de Murcia, pueblos como Águilas, Cartagena, San Javier, y una gastronomía única hacen de la visita toda una experiencia.
Nerja
El pueblo que sirvió de escenario a toda una generación gracias a Verano Azul es mucho más que un pueblo marinero a la orilla del mar. Casas perfectamente encaladas, una orografía y unas cuevas únicas en el mundo y la actitud acogedora andaluza son la mezcla de ingredientes que hacen de este rincón del sur una parada obligatoria.