La precisión suiza personalizada

Suiza, país famoso por sus precisos relojes y por ser la tierra de los deportes de nieve, es un país plagado de diversas pistas de esquí, dotado de un paisaje invernal estupendo, reclamo de excursionistas que son partidarios de las rutas nevadas. Además,las estancias turísticas del país son mundialmente conocidas por su peculiar estética encantadora que hacen que tengas una bonita e imborrable percepción del lugar.

Pese a que es un país cuya geografía es idónea para la formación de atletas especializados en deportes de alta montaña, el protagonista absoluto y objetivo de todos los focos del panorama deportivo suizo, no es otro que el tenista Roger Federer. Su figura es tal, que se sale de los límites del propio deporte y es una auténtica figura pública, no solo en Suiza, sino en el resto del mundo también, donde las mayores multinacionales se pelean por él para que sea la imagen de su marca.

Un buen ejemplo de ello es el millonario contrato que tiene con la marca deportiva Nike, dentro de la cual tiene su marca propia “RF”, o el gran reclamo que supone para una de las principales marcas de raquetas de tenis: Wilson. Y no solo es  hasta el ámbito deportivo donde se extiende la figura de Federer, ha realizado distintas campañas publicitarias con algunas marcas de lujo como “Rolex”, e incluso anuncio televisivo para la marca de cuchillas “Guillete”.

Pero a esto no llegó de la noche a la mañana, ni mucho menos, no es en vano considerado uno de los mejores tenistas de la historia y su envidiable palmarés lo avala y lo confirma. Ganador de 5 Open de Australia, 1 Roland Garros, 8 veces campeón de Wimbledon y 5 Abiertos de Estados Unidos en su haber, es el tenista con más títulos de Grand Slam de todos los tiempos, y eso sin contar sus 6 Copas de Maestros y sus más de 25 títulos de Masters 1.000. Ha tenido una carrera envidiable y ha protagonizado una de las disputas que se acabarán grabando con letras de oro en la historia del tenis, su contrincante, Rafael Nadal, culpable de que en la carrera del suizo no haya más títulos importantes. Afortunados han sido los que han podido disfrutar de sus épicas batallas en los distintos escenarios que han librado, finales tanto en Wimbledon como en Roland Garrós o el mismo Open de Australia.

Lo increíble es que, a sus 36 años sigue compitiendo a un enorme nivel. Sin ir más lejos, este año (2.017)  ha conseguido dos títulos de Grand Slam, mostrando un altísimo nivel de juego que ha asombrado a todo el mundo, dejando claro por qué es considerado como el mejor jugador de la historia.