El turismo elige Mazatlán
Mazatlán se transformó en uno de los destinos mexicanos más escogidos por turistas de todas partes del mundo en la actualidad. Sin embargo, elegir las actividades más destacadas resulta tarea ardua ya que es una ciudad que cuenta con múltiples atractivos para realizar y eso genera indecisión.
A lo largo de esta nota destacaremos las zonas y actividades que resultan paradas obligadas para el que hacer en Mazatlan resulta más sencillo en este enclave imperdible que colmó la capacidad hotelera en julio y agosto del corriente año.
El centro histórico de cada ciudad es un fiel reflejo de la cultura e idiosincrasia que atraviesa a cada uno de los ciudadanos. En Mazatlán, la historia se extiende desde su fundación en 1531 y es por ello que será vital conocer de cerca el Centro Histórico de Mazatlán, donde habita una multiculturalidad gracias a sus antiguos habitantes franceses, alemanes, chinos, italianos, españoles y estadounidenses (de cuyos habitantes desciende gran parte de la población mazatleca). El casco histórico fue nombrado Patrimonio Histórico de la Nación el 12 de marzo de 2001. Entre los edificios y áreas de alto valor cultural encontramos la Plazuela Machado, el Teatro Ángela Peralta, el antiguo Hotel Iturbide (hoy Centro Municipal de las Artes), Mansión de los Redo, Casa Melchers, Casa de los Reyes, Edificio Corvera, Edificio del Banco de Londres y México, Casa Haas y el Centro de San José.
Otro atractivo arquitectónico es el majestuoso faro de Mazatlán se encuentra ubicado en la cima del cerro del Crestón, en el extremo sur de la península de la ciudad de Mazatlán. El faro tiene la peculiaridad de estar asentado en lo que era antiguamente una isla y tiene una longitud de 641 metros por 321 metros de ancho y una altitud de 157 metros, lo que lo convierte en el faro natural más alto del mundo.
A la hora de las compras el mejor lugar para llevarse los mejores recuerdos será el Malecón de Mazatlán: 21 km a lo largo del litoral del pacífico, entre los cuales se pueden encontrar desde grandes acantilados, monumentos, glorietas, edificios antiguos y hoteles con vista al océano.
El malecón de Mazatlán está compuesto por una serie de peatonales panorámicas con varios sectores que comienzan en la Calzada Joel Montes Camarena, una pequeña vialidad que comunica el faro, que solía ser una isla, con el resto de la ciudad. Luego, el Paseo del Centenario bordea por el oeste al Cerro del Vigía, donde se aprecian acantilados que dan paso al Paseo Olas Altas: Es la sección más antigua del malecón, originalmente fue un dique para evitar problemas de inundación en la ciudad en la década de 1830, posteriormente se construyó un terraplén que se utilizó como espacio urbano y de esparcimiento, fue de los primeros espacios de la ciudad con alumbrado público, esta sección de el malecón es de las más representativas de la ciudad se encuentra entre el Cerro de la Nevería y el Cerro del Vigía.
Por último, el Paseo Claussen fue construido a la par que el Paseo del Centenario, cerca de 1910. Bordea el Cerro de la Nevería y termina en la bahía Puerto Viejo. Su nombre se debe Jorge Claussen, quien estaba al mando del organismo de obras públicas de Mazatlán e impulsó el proyecto de los Paseos del Centenario.
